Como hace poco más de un mes, Fortaleza derrumbó en la agonía del partido a San Lorenzo. Un penal que convirtió Yago Pikachu, tras una mano del colombiano Carlos Sánchez, selló la derrota 3-2 del Ciclón, cuando se jugaba tiempo de descuento en el estadio Arena Castelao. El 20 de abril pasado, un autogol de Augusto Batalla y la definición de Guilherme, sentenciaron el éxito de los brasileños en el Nuevo Gasómetro, también en los compases finales del partido. Un tropiezo que duele por el desarrollo, aunque no modificará los planes: los brasileños lideran el Grupo H con puntaje ideal, tras cuatro jornadas, y San Lorenzo pulseará por la segunda plaza cuando reciba a Palestino y a Estudiantes de Mérida.
Con algunas marcas registradas que tiene el ciclo Insúa y también con sorpresas, San Lorenzo desanduvo el juego en el magnífico estadio Arena Castelao. La línea de cinco defensores ya está instalada en el Ciclón, aunque el entrenador debió ajustar piezas. La sanción a Federico Gattoni, expulsado frente a Palestino, y la lesión de Gastón Hernández –edema muscular- provocaron que la fórmula de tres zagueros estuviera compuesta por Rafael Pérez, Carlos Sánchez y Gastón Campi, quienes no traían antecedentes jugando juntos. Las bandas fueron ocupadas por Gonzalo Luján, que tomó el espacio de Agustín Giay –con la selección Sub 20 en el Mundial- y Malcom Braida.
Los movimientos en la defensa fueron de nombres, pero de mitad de campo hacia adelante resultaron también de funcionamiento: Jalil Elías se recostó hacia la derecha dejándole el centro del campo a Francisco Perruzzi, aunque la aparición de Gonzalo Maroni en la alineación se presentó como un dato revelador: el cordobés, por la Copa Sudamericana, tenía como antecedente los ocho minutos jugados con Fortaleza en el Nuevo Gasómetro; en la Liga Profesional acumulaba 50 minutos repartidos en cuatro encuentros (Atlético Tucumán, Boca, Talleres y Platense), aunque todos saltando desde el banco de los suplentes. Como titular no asomaba desde el 27 de agosto de 2022, en el empate con Rosario Central. El futbolista surgido de Instituto se ofreció como enlace, tomando las riendas que dejó la estrella de la campaña, Nahuel Barrios, y también se vistió de goleador: en el primer tiempo, con una espectacular volea; en el complemento, conectando de cabeza.
Compacto de Fortaleza 3 vs. San Lorenzo 2
Un doble nueve que compusieron Nicolás Blandi y Adam Bareiro, la restante variante que ensayó el técnico, que no se aparta del libreto del orden para ser protagonista en todos los frentes. Y la dupla de ataque a los 14 segundos ejecutó el primer acto, con un remate del paraguayo Bareiro, luego de una pelota que peinó su compañero. En cuatro minutos, San Lorenzo generó una nueva oportunidad, tras un centro de Luján que no conectó Blandi y que empujó apurado por el sector opuesto Braida.
Fortaleza tiene genes argentinos, porque el entrenador es Juan Pablo Vojvoda –dos años en el club, una personalidad en el club de Ceará-, pero también en la presencia de Emanue Brítez, Tomás Pochettino y Silvio Romero. El delantero históricamente fue un jugador que complicó al Ciclón y ésta no fue la excepción: participó en el primer tanto –en contra de Luján- y anotó el segundo, después de una asistencia de Pochettino. Dos golpes a los que San Lorenzo reaccionó con temple y a través del jugador que fue rescatado por Insúa: Maroni.
Equipo conectado, solidario y compacto, San Lorenzo jugó con el objetivo de sumar. El empate no se presentaba como un resultado desalentador, teniendo en cuenta que Fortaleza era líder con tres victorias en la mochila. El punto se imponía como un negocio, aunque resignara pulsear por el primer puesto del Grupo H. Las modificaciones que ensayó Insua corrigieron y con Iván Leguizamón controló las trepadas de Dudu. Pero el idea y vuelta lo desgastó físicamente: una pérdida en la mitad de la cancha tomó desprotegida a la última línea, Sánchez cortó con mano y Pikachu con una ejecución perfecta derribó el sueño del Ciclón.